Las viviendas enterradas o las cuevas se han venido utilizando desde los albores de la humanidad por grupos de población  que aprovechaban las condiciones del medio natural.

Algunas ventajas de este tipo de viviendas son las siguientes:

– Mantienen una temperatura constante a lo largo de todo el año sin precisar aporte de grandes cantidades de energía gracias a la inercia térmica del terreno, manteniendo la temperatura interior muy cerca del confort térmico: entre 18º a 23º.

– La humedad relativa media del aire interior está en torno al cincuenta por ciento, más saludable que en habitaciones con calefacción y con aire acondicionado.

– Presentan un excelente aislamiento acústico.

– Se integran absolutamente con el paisaje.

– Ofrecen mayor protección y seguridad ante fenómenos meteorológicos como terremotos o vientos huracanados.

Os mostramos algunos ejemplos: